11 de agosto de 2012

Richard Dawkins: "La hipótesis divina es innecesaria. No necesitamos a Dios para explicar el universo y la vida" (1)

Richard Dawkins (1941) es un etólogo, zoólogo, teórico evolutivo y divulgador científico británico. Nacido en Nairobi, Kenia (a dónde su padre viajó con el fin de unirse a las fuerzas aliadas durante la Segunda Guerra Mundial), regresó a Inglaterra en 1949 donde, una vez terminada la preparatoria en la Oundle School, comenzó a estudiar en el Balliol College de la Universidad de Oxford. Allí se licenció en Zoología en 1962 y se doctoró en Filosofía en 1966. Una vez terminados sus estudios viajó a Estados Unidos, donde ejerció como profesor en la Universidad de California en Berkeley y, tras su regreso a Inglaterra en 1969, obtuvo la cátedra de Comprensión de la Ciencia en la Universidad de Oxford. Dawkins, considerado en el campo de la biología como el máximo exponente del neo darwinismo, fue también catedrático en la Universidad de Glasgow y en el Newnham College de Cambridge. Habitual conferencista desde 1970, en 1992 dejó de enseñar en Oxford y se dedicó a la investigación. Ganó fama con "The selfish gene" (El gen egoísta), un libro publicado en 1976 que popularizó la visión evolutiva enfocada en los genes y que introdujo el término meme (nacido de la fusión de las palabra gen (unidad básica de herencia biológica) y mimesis (imitación). El meme según Dawkins, es una unidad teórica de información que habita en el cerebro, la cual se transmite de generación en generación, como algunos rasgos culturales, habilidades o ideas. En 1982 hizo una contribución original a la ciencia evolutiva con la teoría presentada en su libro "The extended phenotype" (El fenotipo extendido), la que afirma que los efectos fenotípicos no están limitados al cuerpo de un organismo sino que pueden extenderse en el ambiente, incluyendo los cuerpos de otros organismos. Luego publicó "The blind wacthmaker" (El relojero ciego), libro en el que critica la teoría del diseño inteligente; "River out of Eden" (El río del Edén), sobre el darwinismo; "Climbing mount improbable" (Escalando el monte improbable), sobre la polémica evolucionismo-creacionismo; y "Unweaving the rainbow" (Destejiendo el arco iris), sobre las pseudociencias. Dawkins ha sido editor de varias publicaciones científicas como "Skeptic", "Encyclopedia of Evolution", "Episteme Journal" y "Free Inquiry", y ha realizado varios documentales para la BBC. Sus investigaciones más recientes están referidas al comportamiento de los genes y su influencia en la selección natural darwiniana. También es reconocido por sus durísimas críticas a las religiones, a las que tacha de fundamentalistas y oscurantistas, considerando inverosímil la existencia de Dios. Estos temas los desarrolló en sus libros "A devil's chaplain" (El capellán del diablo), "The ancestor's tale" (El cuento del antepasado) y, sobre todo, en "The God delusion" (El espejismo de Dios). "¿Tenemos algún ejemplo donde las ideas estúpidas hayan conseguido propagarse como una epidemia? -ha escrito-. Sí, la religión. Las creencias religiosas son irracionables. Son entre idiotas y muy idiotas. La religión lleva a gente en cualquier caso sensata al celibato en monasterios. O a estrellarse a sí mismo contra un edificio en New York. La religión motiva a la gente a flagelarse la espalda, o a prenderse fuego a ellos mismos o a sus hijas, a denunciar que sus abuelas son brujas o, en casos menos extremos, a permanecer arrodillados semana tras semana durante ceremonias soporíferas y aburridas. Si es posible infectar a la gente con un tipo de estupidez tan dañina, infectarla con bondad debería ser un juego de niños". Lo que sigue es la primera parte de los fragmentos más destacados de una larga entrevista que Dawkins concedió a Terrence McNally el 17 de enero de 2007 para el sitio estadounidense "AlterNet" en la que habla, precisamente, acerca de la "ilusión de Dios" y propone a todos los ateos manifestar abiertamente su postura y luchar contra la incursión de la Iglesia en la política y la ciencia.



¿Cuándo y cómo se convirtió usted en ateo?

Supongo que fue al descubrir el darwinismo. Recibí la confirmación en la Iglesia de Inglaterra a los trece años. Luego me torné bastante escéptico acerca de ella, pero mantuve algún respeto por el argumento del "diseño" que dice que los seres vivos parecen haber sido diseñados, así que probablemente, lo hayan sido . Luego aprendí la verdadera explicación científica de por qué parecen haber sido diseñados, y eso me bastó. Perdí, rápidamente, mis creencias religiosas.


¿Cuál piensa que es la explicación para el presente interés que provoca el ateísmo?


Me encantaría pensar que algo, realmente, se está moviendo y que por fin en Estados Unidos el ateísmo se ha tornado respetable; que uno puede proclamarlo abiertamente. Tuve algunos indicios de esto en mi reciente gira por los Estados Unidos a sala llena adonde quiera que fuese. Por supuesto, yo predicaba al coro, pero me impresionó lo numeroso y entusiasta que fue. Una y otra vez, la gente se me acercaba para expresarme el agradecimiento por decir las cosas que ellos deseaban decir pero que no se sentían capaces de hacerlo.


¿Puede referirse a algunas reacciones que veo en los medios, ya sea sobre el ateísmo en general, o sobre usted y su libro? Primero: la gente pregunta ¿por qué los ateos están tan enojados?


Es un concepto curiosamente errado. Se nos acusa de ser iracundos o intolerantes, pero si usted observa las críticas de un partido político a otro… Cuando los demócratas critican a los republicanos, o los republicanos critican a los demócratas, nadie dice: "Usted es intolerante o iracundo". Se trata solamente de una discusión fuerte y normal. La gente se ha acostumbrado a la idea de que la religión debe ser inmune a la crítica y que aún una leve o amable crítica de la religión resulta iracunda e intolerante. Esa es otra concientización que está surgiendo y debemos adoptar.


Se le acusa de ser arrogante, condescendiente. ¿Qué puede decir sobre eso?


Exactamente lo mismo. Nadie dice que un demócrata que descarta las ideas republicanas es arrogante. Se supone que eso es lo que hacen los políticos. Atacan las ideas de unos y otros en un aceptado toma y daca. Eso es, exactamente, lo que estoy haciendo con respecto a la religión. Una vez más, la acusación de arrogancia procede de la religión, que ha adquirido esta extraña protección, según la cual no está permitida la crítica.


La gente, por último, dice: "¿Qué le importa? Por qué no es ateo si eso le satisface y deja que el resto de nosotros seamos tan religiosos como nos plazca?". Esto, creo, es pergeñado como un desafío a su imparcialidad y respeto por los otros. A usted se lo considera un ateo fundamentalista.


Fundamentalista generalmente significa "tomar un libro al pie de la letra". Y así, un religioso fundamentalista vuelve a los fundamentos de la Biblia o el Corán y dice: "nada puede cambiar". Por supuesto, éste no es el caso de ningún científico y ciertamente no es el mío. De modo que no soy fundamentalista en ese sentido. ¿Por qué no vivir y dejar vivir? ¿Por qué no decir simplemente, bueno... si la gente quiere creer eso, que lo haga? Por supuesto que nadie puede impedir que la gente crea en lo que le da la gana. El problema es que no existe la misma tolerancia del otro lado. Temas como la oposición a las investigaciones de las células madres, al aborto, a los contraconceptivos... éstas son prohibiciones inspiradas por la religión, de lo que, de otra forma, sería libertad de acción, tanto de los científicos como de las personas en general. Hay personas religiosas que no aceptan decir: "Oh, bueno, mi religión no me permite usar anticonceptivos, pero estoy satisfecho de que cualquier otro lo haga". En lugar de eso, tenemos prohibiciones inspiradas en la religión respecto a programas de ayuda en el extranjero, incluidas regiones donde el SIDA prolifera. Prohíben la asistencia en cualquier forma que pueda ser usada como anticonceptiva. Esa es la religión excediendo sus límites e interfiriendo en la libertad de otras personas. Así que la religión no respeta la filosofía de "vivir y dejar vivir".


En otras palabras, si fuera sólo una filosofía de creencias que no tuviese impacto en el mundo, estaría bien.


Exactamente. Además, como científico y educador es imposible ignorar el hecho de que, especialmente en Estados Unidos, hay una campaña vigorosa y virulenta para suprimir la enseñanza de la biología científica. En cada Estado, uno tras otro, se libran batallas en los tribunales. Los científicos deben abandonar sus laboratorios y perder su tiempo en responder a estos ignorantes que están procurando detener la enseñanza de la evolución o concederle el mismo tiempo al creacionismo o diseño inteligente, o como quiera que lo llamen. Están, en efecto, tratando de interferir en la libertad de los niños de aprender ciencia y en la libertad de los maestros de ciencias de enseñarla adecuadamente.


¿Por qué escribió "El espejismo de Dios"?


La verdad me interesa apasionadamente. Creo que la verdad sobre la existencia de Dios en el universo es, posiblemente, la mayor verdad que existe. Sucede que pienso que es falsa, pero considero muy importante la pregunta. También, porque sentí que el mundo se está inclinando, una parte al menos, hacia la teocracia de manera muy peligrosa. La educación en mi área de Biología Evolucionista está amenazada. Hay todo tipo de razones por las cuales uno debe preocuparse, acerca del crecimiento de la influencia religiosa, especialmente en los Estados Unidos y en el mundo Islámico.


¿Puede explicar la distinción que plantea entre el Dios de Einstein, según sus palabras, y el Dios sobrenatural? Usted aclara esto al principio de su libro, para establecer qué definición de Dios considera un engaño.


Algunas veces, cuando la gente oye que uno es ateo, dice cosas como: "Oh, bueno, pero seguramente cree en algo" o "¿Usted cree que el universo es un lugar maravilloso?". Y yo digo: "Claro, por supuesto que el universo es un lugar maravilloso". Entonces dicen: "Entonces, usted cree en Dios". Y están usando "Dios" en el sentido einsteniano: una especie de metáfora de aquello que es misterioso y bello en el universo. Y mientras más se adentran los físicos en los orígenes del universo, más maravilloso parece tornarse. Sin duda, hay una causa allí para algo que se aproxima a la devoción o reverencia, que emociona a científicos, tales como Einstein y Carl Sagan y, humildemente, a mi mismo. A Einstein le gustaba mucho usar la palabra "Dios" para referirse a ese sentimiento de reverencia impersonal.


Más allá de ese sentimiento, ¿no lo usaba para referirse a esa existencia imponente que confrontamos?


Sí. Lo hacía. Cuando Einstein quería decir algo como: "¿Podría el universo haberse generado de otra manera?" o "¿Hay sólo una clase de universo?", el modo en que lo expresaba era: "¿Tenía Dios una opción en crear el universo?". Para un feligrés común, sentado en el banco de una iglesia, eso sonaba como si Einstein creyera que un Dios personal había diseñado el universo. En realidad, todo lo que Einstein estaba haciendo era preguntarse si podría haber más de una clase de universo, lo que constituye una cuestión científicamente respetable. Creo que es muy desafortunado que Einstein haya elegido usar la palabra "Dios" para eso. El mismo Einstein se indignaba cuando lo interpretaban literalmente y la gente pensaba que él se refería a un Dios personal, tal como el de los cristianos o los judíos. Pero creo que él mismo se ponía en problemas al usar la palabra "Dios". Lo hizo un vez más al referirse al principio de incertidumbre de Heisenberg, que él odiaba. Expresó su odio diciendo: "Dios no juega a los dados".


De modo que usted distingue entre ese uso de la palabra "Dios" y el Dios que usted cree que es un engaño?


Un Dios personal. Un Dios que es una inteligencia consciente y deliberada, la clase de Dios que escucha sus plegarias y perdona sus pecados. Un Dios que se siente como un maestro ingeniero o físico y diseña el universo, determina lo que debe suceder, se preocupa por los pecados, todo ese tipo de cosas.


¿Puede usted responder brevemente, como lo hace en el libro, algunos de los argumentos acerca de este Dios sobrenatural, ordenador, personal. El argumento de la belleza…?


La gente dice cosas como: "Si usted no cree en Dios, ¿como explica a un Beethoven? ¿Cómo explica la belleza de una puesta de sol? ¿Cómo explica a Miguel Angel?". Es tan simple como decir: "Beethoven compuso hermosa música. Miguel Angel pintó maravillosos cuadros y esculturas". Si Dios existe o no, no agrega nada al argumento, aunque una increíble cantidad de personas piensan que sí lo hace.


¿El argumento de las Escrituras…?


Hay una gran cantidad de Escrituras en todo el mundo y se contradicen entre sí. No hay una razón para suponer que sólo porque algo está escrito sea verdadero. Hay que preguntar quien lo escribió y por qué. Si usted le pregunta a alguien: "Por qué cree que su escritura es la palabra de Dios?", la respuesta es: "Oh, porque ahí lo dice". "Y uno pregunta: "Bueno, ¿dónde lo dice?". Y ellos contestan: "En mi Escritura". De modo que, las Sagradas Escrituras, sea la que fuere: el Corán, la Biblia o el Libro del Mormón, dice que es la palabra de Dios. Este es un argumento circular que no puede tomarse en serio.


¿El argumento de la experiencia personal…? En conversaciones nocturnas, durante mis días en la Escuela Secundaria, mis preguntas referidas a la existencia de Dios eran respondidas con un desafiante: "Tienes que experimentarlo".


Creo que cualquiera que sepa algo de psicología sabe qué inmensamente poderosa fábrica de simulación es el cerebro. Me impresiona el hecho de que cada noche de mi vida mi cerebro conjura imágenes y sonidos de cosas que nunca existieron ni existirán. Son un total sinsentido. Es como si me volviera temporalmente loco cada noche de mi vida y a usted le pasa también. A todos nos pasa. Tenemos una simulación colorida y vívida de un mundo fantástico dentro de nuestras cabezas. Cuando eso pasa mientras dormimos, lo llamamos sueño. Cuando nos sucede en la vigilia -de manera menos vívida- podemos considerarlo una visión de Dios o una visión de un ángel, o podemos decir: "Dios me habló". Aun cuando de verdad veamos un ángel u oigamos una voz dentro de nuestra cabeza, es una fácil proeza de simulación que logra nuestro cerebro. Cuando se trata de una especie de vago sentimiento de que Dios nos está murmurando, es bastante patético dejarse engañar por eso.


¿Qué opina de recientes investigaciones científicas acerca de ciertos fenómenos, tales como los "nódulos de Dios" en el cerebro?


Hay una cierto volumen de evidencias de que partes específicas del cerebro tienen algo que ver con la así llamada experiencia religiosa. He experimentado el trabajo del neurofisiólogo canadiense Michael Persinger. El trata de imitar los efectos de la epilepsia en el lóbulo temporal, pasando campos magnéticos a través del cerebro. En un 80% de los experimentos, cuando él pasa los campos magnéticos a través de ciertas partes del cerebro, puede inducir experiencias religiosas o místicas. Los detalles de la experiencia religiosa dependen de cómo fue educada cada persona. De tal modo que, si la persona era católica, se inclinaba a ver a la Virgen María u otra imagen similar. Yo resulté pertenecer al 20% para los que no resultó. Si hubiera resultado conmigo, probablemente hubiera experimentado una especie de experiencia mística de unidad con el universo.