8 de julio de 2014

Gérard Duménil: "La cuestión central es la estratificación social del orden económico vigente. A este respecto, el futuro dependerá de la lucha de clases, como de costumbre" (1)

Gérard Duménil (1942) es un economista francés investigador del Centre National de la Recherche Scientifique (CNRS). Se graduó en Administración y Dirección de Empresas en la École des Hautes Études Commerciales y se doctoró en Economía en la École Pratique des Hautes Études, ambas de París, con la tesis "Le concept de loi économique dans ‘Le Capital’" (El concepto de ley económica en "El Capital"), la que sería publicada en 1978 con prólogo de Louis Althusser (1918-1990). Tres años más tarde publicó conjuntamente con el filósofo y teórico social Jacques Bidet (1935) "Altermarxisme: un autre marxisme pour un autre monde" (Altermarxismo: otro marxismo para otro mundo) a partir del cual desarrolló en Francia lo que se conocería como el "nuevo enfoque" sobre la teoría de formación de los precios de Karl Marx (1818-1883), el que sostenía que los ataques de los discípulos y partidarios del economista inglés David Ricardo (1772-1823) a la teoría del valor de Marx eran erróneos. En los años siguientes publicó numerosos estudios sobre el funcionamiento del capitalismo en los que se explayó sobre lo que define como la "hegemonía neoliberal" a aquella establecida como respuesta a la crisis estructural de los años '70. En coautoría con el economista, físico y matemático Dominique Lévy (1944), con quien ha publicado varios artículos y libros, ha criticado a la teoría económica dominante. Duménil y Lévy periodizan la historia de la economía desde finales del siglo XIX hasta la actualidad (en particular en los Estados Unidos) como una sucesión de órdenes sociales cuyo establecimiento es explicado en cada caso como resultado de una crisis estructural del capitalismo. Un sector social sería clave, en la visión de Duménil y Lévy, para explicar los giros que se produjeron en las relaciones de poder para dar lugar a los órdenes sociales que se sucedieron desde 1890 hasta la actualidad. Se trata de la llamada "clase gerencial". Esta surgió, para los autores, de la transformación del modo de producción capitalista que se produjo con la emergencia de las grandes corporaciones a fines del siglo XIX y transformó la estructura de clases del capitalismo. Así, se reconfiguraron las clases sociales en tres grandes grupos: los propietarios capitalistas, la "clase popular" constituida por obreros y empleados con niveles de ingreso bajo, y una "clase gerencial". El orden social se transformó, en la lectura de Duménil y Lévy, según hacia dónde se orientasen los sectores gerenciales. Sin dudas, un dato desde finales del siglo XIX es la expansión de estos estratos que participan en los múltiples niveles jerárquicos de las corporaciones, así como el funcionariado vinculado a una burocracia estatal que se ha multiplicado desde la época en que Marx escribió su obra. Esto desdibujó el peso de los grandes magnates comandando en persona trusts gigantescos, y puso en primera fila a los ejércitos de administradores gerenciando corporaciones aún más monstruosas. Pero resulta más acertado leer este giro en la relación entre propiedad y control como un cambio en la fisonomía de la propia clase capitalista, entendida en el sentido de los que basan su ingreso en la propiedad y comando de los medios de producción. Lo que sigue es la primera parte de una compilación editada de cinco entrevistas concedidas por el economista francés a Mariano Roark y Ana María Fernández Equiza (revista virtual "Contribuciones a la Economía" - marzo de 2009), a Armando Boito Júnior (revista "Jornal da Unicamp" nº 516 - Brasil, diciembre de 2011), a Miguel Ángel Jiménez González (revista "Análisis Económico" nº 66 - México, tercer cuatrimestre de 2012), a Cédric Durand y Razmig Keucheyan (revista "Contretemps" n° 19 - Francia, tercer trimestre de 2013) y a Esteban Mercatante (revista "Ideas de Izquierda" nº 9 - Argentina, mayo de 2014).


¿Podría contarnos algo acerca de sus antecedentes familiares, sus maestros y libros fundamentales en su formación?

Nací en 1942 en Rouen que es una ciudad de Normandía al norte de París. Mi padre era arquitecto y mi familia era muy tradicionalista y católica. En la década de los ‘60 decidí estudiar una carrera de negocios y me gradué en la mayor Escuela de Negocios de Francia, lo que me permitió estudiar algo de economía. En ese entonces mis temas de estudio eran la gerencia empresarial, contabilidad, relaciones internacionales y demás afines. Podría decirse que tenía cierto conocimiento desarrollado sobre los mecanismos financieros y contables. En esa década -no recuerdo exactamente el año- se publicó un libro referente a la controversia entre la Unión Soviética y la China de Mao, y como yo quería saber quién tenía la razón, el libro me interesó mucho, lo que me llevó a leer a Marx, Lenin y otros clásicos; quería entender lo que pasaba. Durante la década de los '60, con las luchas de los estudiantes en París y otras partes del mundo, empecé a reflexionar acerca de la importancia de la obra de Marx para entender el capitalismo. En ese tiempo en París se criticaba a la Unión Soviética y los jóvenes pensaban que China iba a desarrollar algo nuevo. Por esos tiempos tenía que hacer el servicio militar y el gobierno francés daba la opción de las prácticas militares o pasar dos años en algunos de los países que anteriormente habían sido colonias francesas. Así fui dos años a Argelia. Como ahí tenía mucho tiempo libre, decidí escribir una tesis sobre "El Capital" de Marx; el director de la tesis era Charles Bettelheim a quien veía un par de minutos al año. A mi regreso a Francia envié el texto a Louis Althusser y él me llamó por teléfono para comunicarme que lo publicaría como libro en su colección con el título de "El concepto de la ley económica en 'El Capital'".

Esto quiere decir que usted recibió influencia de Althusser…

El propio Althusser escribió una amplia introducción donde dice: "Duménil trabajó solo". En la década de los '60 en París, los estudiantes de la École Normale Supérieure (donde Althusser enseñaba) trabajaban con él con la idea de regresar al texto de "El Capital", perspectiva de la cual aprendí mucho. En esos años en París se pensaba que habría que regresar a los textos de Marx con aspectos epistemológicos, superando las lecturas tradicionales que se venían haciendo, lo cual hice al leer a Marx y después al escribir la referida tesis, donde explico cómo entendía el método de Marx en "El Capital". Más tarde me dediqué al estudio serio de la economía marxista, economía keynesiana y economía neoclásica, trayecto intelectual en el que me encontré con Dominique Lévy, físico de formación. Fue él quien me ayudó a entender la teoría económica ortodoxa.

De los autores clásicos, ¿Hilferding ha jugado algún papel en su formación?

Nada realmente importante. Hilferding es un autor al que respeto, su libro explica de forma interesante la naturaleza de la nueva fase del capitalismo. Así en el último libro que escribí con Lévy, "La crisis del neoliberalismo", en una de sus páginas explicamos cómo la visión de Hilferding tiene un desarrollo interesante sin que por ello desempeñe un papel central en nuestro trabajo.

Manfred Steger y Ravi K. Roy, afirman que el neoliberalismo apareció en los inicios de los '70 y que hasta ahora ha tenido dos oleadas (en los '80 y los '90). En contraste usted, al referirse al neoliberalismo, lo ve como una segunda hegemonía de lo financiero cuyo primer episodio data de finales del siglo XIX y principios del siglo XX. ¿Podría aclararnos esta diferencia de opiniones?

Para nosotros el neoliberalismo data de los '70, específicamente a finales de esa década en la que acontecieron cambios fundamentales. No se trató de algo que surgió de un día para otro. Desde esa perspectiva habría que considerar las dictaduras de América Latina, por ejemplo Chile en 1973 y Argentina en 1976, como fases primarias del neoliberalismo. En el neoliberalismo, el Estado ve reducida su participación en ciertas áreas económicas; las empresas tienen amplias libertades con poco interés por resolver el desempleo, y se brinda una gran protección y ampliación a la riqueza de las clases capitalistas. Es un orden social violento al que denominamos de "hegemonía financiera". El término se refiere al concepto de "finanzas" o "clases capitalistas", particularmente a las fracciones superiores de estas clases y sus instituciones financieras; así, en nuestro marco de análisis, las finanzas son clases cuyo poder está, en gran parte, en el control del sector financiero y sus instituciones. Por tanto, las finanzas son diferentes del sector financiero. La hegemonía financiera significa básicamente el poder fuerte de esas fracciones superiores de las clases capitalistas. También decimos que esa hegemonía financiera no es la primera que ha existido en el capitalismo. Durante las primeras tres décadas del siglo XX ya tuvimos una primera hegemonía financiera. Vio su límite en la crisis del '29, decayendo en la Segunda Guerra Mundial y fracasando totalmente con el nuevo orden social de la posguerra. Al respecto, no llamamos neoliberalismo a esa primera hegemonía financiera. Lo que ahora conocemos como neoliberalismo ha sido una reconquista de la hegemonía financiera, por lo que no existe contradicción alguna con que lo sugiere su pregunta, sino la dificultad de saber si el neoliberalismo comenzó a principios de la década de los '70 o a finales. Consideramos 1979, año en que la Reserva Federal aumentó las tasas de interés y provocó la crisis de la deuda del Tercer Mundo, como una fecha importante.

En su análisis sobre el neoliberalismo, usted no comparte esa caricatura que reduce el neoliberalismo a la simple oposición mercado versus Estado. Por el contrario ve un Estado clasista a favor de los intereses de los poderosos aun en el neoliberalismo, por tanto rechaza la idea de los Estados fallidos. ¿Qué nos puede decir al respecto?

Hace aproximadamente quince años, muchos economistas de izquierda keynesianos hablaron del neoliberalismo como un tipo de oposición entre el Estado y el mercado, lo cual me parece completamente equivocado, porque el Estado aun en el neoliberalismo es muy fuerte, y no hay razón para hablar de Estado fallido. Al igual que otra que habla del "fin del político", esta visión no tiene sentido. Estamos en una sociedad muy política y el neoliberalismo es el resultado de una lucha de clase donde las clases populares, los trabajadores, perdieron ante la victoria de la clase capitalista. No es el fin del político de ninguna forma. Es verdad que con el neoliberalismo disminuyeron algunas políticas de desarrollo y se ha desatendido el desarrollo a favor de la riqueza de las clases más acomodadas. Significa un cambio de meta, no que la política haya desaparecido. El sistema es cien por ciento político.

Esa inquietud por vincular lo económico y lo político, como se lee en sus textos es tema de análisis del libro "Altermarxismo" que escribió con Jacques Bidet. ¿Esto quiere decir que recibió influencia de ese filósofo para la construcción del concepto de capital de cuadros gerenciales o de clases?

De ninguna manera. En mi primer libro que publiqué en Francia en 1975, el tema era la posición de clase de lo que llamamos "cuadros". Los cuadros o los ejecutivos son la parte superior de los asalariados, los managers, la gente que organiza las empresas y el sector público. Ese es el componente revisionista de nuestro marxismo, el cual combina fundamentalismo y revisionismo. No nos quedamos con el Marx del siglo XIX como muchos marxianos pues estamos conscientes de que la sociedad capitalista ha cambiado. En la editorial Actuel Marx, su periódico y sus Congresos, nos encontramos con Bidet y descubrimos que teníamos ideas importantes en común, por lo que decidimos escribir el libro "Altermarxismo", en el que se intenta explicar esas ideas. Son cosas difíciles y que nos han enfrentado a corrientes o escuelas del marxismo del pasado. Precisamente eso me llevó a creer que era útil unir fuerzas con Bidet. Los resultados han sido muy buenos. Nuestras ideas han progresado con los jóvenes marxistas mucho más que con los viejos marxistas. En el libro "La crisis del neoliberalismo" explicamos que en el neoliberalismo aumentan considerablemente los ingresos de las clases capitalistas, pero que los ingresos de los ejecutivos aumentaron aún más. Por ende, ahora mucha gente empieza a entender la importancia de estas tendencias nuevas. En este contexto, desarrollamos un marco de análisis político que define lo que son la izquierda y la derecha, preocupación que tenemos en común con Bidet y que discutimos en el libro que escribí con él. Esto no significa que compartamos el marco teórico de Bidet.

Algunos analistas como John Grahl y Juan Kornblihtt afirman que su análisis corresponde a un marxismo-keynesiano. ¿Qué responde a esto? De Keynes, ¿qué parte sí y qué parte no compagina con Marx?

Sí, es una discusión actual. Ellos al igual que otros grupos, por ejemplo en Corea, califican nuestro trabajo como "keynesiano". Nosotros pensamos que ellos son "marxistas primerizos" con los que tenemos diferencias de perspectiva básicas. Primero, quiero dejar en claro que no es ninguna vergüenza ser keynesiano. Sí pensamos que en cierta medida la teoría macroeconómica debe considerar aspectos de la teoría de Keynes, que se deben articular con la teoría del ciclo económico de Marx. Eso es el tema del libro que ahora estamos escribiendo. La variedad de opiniones de por qué somos keynesianos depende de la gente, pero siempre la referencia a la caída tendencial de la tasa de ganancia desempeña un papel central. Así, a los autores que usted menciona no les agrada nuestro trabajo porque hablamos de la crisis del neoliberalismo como la crisis de una fase del capitalismo. No les gusta porque nuestro argumento da entrada a la posibilidad de una nueva fase del capitalismo. Cuando hablan de la crisis actual, prefieren referirse a la "crisis del capitalismo" a secas, la cual según ellos acabará con el capitalismo. Aunque no sólo ellos, un economista e historiador serio como Immanuel Wallerstein también opina que estamos ante la última crisis del capitalismo y que éste terminará pronto. No creemos que ésta sea la última crisis del capitalismo. Ahora no vemos que el capitalismo se esté cayendo. Al respecto nosotros tenemos análisis bastante sofisticados. Para nosotros se debe luchar mucho más para acabar con el capitalismo. Otros dicen que somos keynesianos porque hacemos hincapié en los mecanismos financieros. Para ellos, hablar de mecanismos financieros significa ser un keynesiano, aunque deberían decir un "postkeynesiano" o algo así. Nunca decimos que la crisis actual sea una crisis financiera, pero creemos que la crisis actual, eso sí, tiene componentes financieros importantes. Estos críticos también opinan que los "verdaderos marxistas" sólo explican las grandes crisis del capitalismo con la caída de la tasa de ganancia. A mi juicio, ignoran todo el trabajo de Marx sobre la inestabilidad financiera, el capital ficticio, etc. Tampoco han leído nuestros trabajos en los cuales la caída de la tasa ganancia ocupa un papel central.

Podría explicarnos qué es lo que exactamente entró en crisis, ¿el neoliberalismo o algo de él o el capitalismo tan sólo está evolucionando?

Lo que entró en crisis con el neoliberalismo fue un orden social, una etapa del capitalismo. Un orden social se define por una configuración particular de relaciones entre varias clases y varios grupos. Así, al neoliberalismo lo define la existencia de una hegemonía, un liderazgo muy fuerte de las clases capitalistas en alianza con la clase de ejecutivos o cuadros. Se trata de una alianza de derecha en la cima de la jerarquía social. Es un marco social a partir del cual transformaron todo el funcionamiento de la economía a escala de un país con una nueva disciplina hacia los trabajadores, como en el mundo con la globalización y la financiarización, etc. La única meta de este orden social es acrecentar el poder y el ingreso de estas clases. En este sentido, el neoliberalismo fue exitoso porque se enriquecieron mucho. Pero un día esa locura no pudo sostenerse más y llegó la crisis actual. Cuando mencionamos que el neoliberalismo entró en crisis estamos diciendo que entró en crisis el capitalismo en su forma actual. Es un argumento que no les gusta a algunas personas que rechazan la posibilidad de que exista otra forma de capitalismo. Piensan que, con la crisis actual, llegó el fin del capitalismo. Los problemas con este tipo de perspectivas son enormes. ¿Qué tipo de sociedad podría venir después del capitalismo? ¿Qué va a suceder de aquí a diez años? Las clases capitalistas siguen muy fuertes y al mismo tiempo con un gran problema en la actual crisis. Discutiendo este tipo de temas, debemos recordar que estamos hablando básicamente de la crisis en el centro. En el resto del mundo la situación es diferente, por ejemplo, en América Latina. Sobre todo en China el capitalismo se está fortaleciendo, lo que cuestiona básicamente la idea de quienes piensan que, en la actualidad, podemos salir pronto del capitalismo. Como marxistas, nosotros decimos que debemos deshacernos de las clases capitalistas, el problema es cómo hacerlo y cuándo va a pasar eso.